Santa Cruz de Tenerife llegó a contar durante buena parte del siglo XX con casi una treintena de salas de cine funcionando de manera habitual. Hoy en día, de esos cinematógrafos históricos permanecen milagrosamente en activo dos: el casi inalterado Cine Víctor; y el Cine Price, en la actualidad denominado “Price Prime”, reconvertido en multicines y que ocupa los bajos de una nueva edificación en el mismo lugar donde siempre estuvo. Los demás cinematógrafos históricos de la ciudad dejaron de prestar su función hace mucho tiempo.
Hoy todavía se encuentran en pie, como reliquias de un pasado no tan lejano, algunos edificios que una vez funcionaron como cines en Santa Cruz; unos dedicados a variados usos y otros sin función aparente. Pero la mayoría de las salas cinematográficas de la ciudad fueron derribadas en su momento para dar paso a nuevos inmuebles. Son estos cines de los que nada queda los que van centrar ahora nuestra atención.
Los edificios más antiguos levantados en la ciudad destinados a cinematógrafos aparecieron a comienzos del siglo XX ideados no sólo como lugares de proyección, sino también como recintos, casi todos al aire libre, capaces de albergar diferentes espectáculos de variedades, competiciones deportivas, bailes populares, concursos, eventos carnavaleros, etc. Más tarde, ya en la década de los treinta, con la llegada del sonoro, aquellos primeros locales se fueron adaptando a las exigencias del nuevo arte y antes de la Guerra Civil se construyeron en Santa Cruz unos cuantos cines de categoría, dotados de las últimas comodidades del momento.
Tras la finalización del conflicto bélico nuevos establecimientos siguieron proporcionando disfrute y diversión, ahora a espectadores que acudían a las nuevas salas con ánimo de evadirse de unas duras condiciones de vida impuestas por una larga y penosa posguerra.
Por último, surgieron, ya en años posteriores, los cines de barrio, auténticos dinamizadores sociales y culturales de amplias zonas urbanas, casi siempre periféricas.
Pero toda esta época gloriosa de los cinematógrafos pasó y hoy muchos de ellos han quedado olvidados en las brumas de un tiempo pretérito. Acompáñanos en un viaje al pasado donde recordaremos aquellos antiguos cines santacruceros de los de que hoy sólo permanece el recuerdo y que, en su momento, formaron parte importante de la vida cotidiana de la ciudad.
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